Artículo destacado:

  • Heridas, esguinces, caídas y heridas de bala son lesiones comunes y no tan comunes en la caza.
  • Un botiquín de primeros auxilios es esencial para la supervivencia del cazador.
  • Las herramientas y equipos polivalentes que satisfacen seis necesidades básicas de supervivencia aumentan la seguridad.
  • Rescates reales muestran cómo Global Rescue gestiona evacuaciones médicas complejas.
  • La formación en primeros auxilios es crucial para utilizar eficazmente el botiquín en entornos remotos.

 

La caza es una actividad llena de tradición y desafíos, que ofrece aventura y conexión con la naturaleza, pero también conlleva graves riesgos. Las lesiones son una desafortunada realidad para muchos cazadores que se enfrentan a entornos remotos en busca de piezas de caza.

El ataque de un leopardo pone de relieve lo rápido que una salida de caza puede convertirse en un escenario de supervivencia. En Botsuana, un leopardo mordió en la pantorrilla a un cazador estadounidense. Sus heridas, complicadas por un trastorno preexistente de la coagulación sanguínea, exigieron una evacuación inmediata. Global Rescue coordinó con éxito una ambulancia aérea a Johannesburgo, donde el miembro recibió tratamiento médico avanzado y fue finalmente dado de alta.

No se trata de sucesos aislados. Tanto si se enfrentan a depredadores como a terrenos impredecibles o a percances relacionados con el equipo, los cazadores deben estar preparados para tratar lesiones que van desde heridas leves a traumatismos potencialmente mortales. ¿La clave para mantenerse a salvo? Preparación, concienciación y un botiquín de primeros auxilios respaldado por la formación adecuada.

 

Lesiones de caza

Los cazadores se encuentran con toda una serie de lesiones en el campo. Las más comunes son cortes, rasguños y heridas punzantes, que suelen producirse al sortear matorrales densos, manejar cuchillos o desollar piezas de caza. Las espinas, astas y herramientas afiladas pueden causar heridas graves si no se limpian y tratan adecuadamente, sobre todo en entornos con alto riesgo de infección.

Los esguinces y las fracturas son otro problema frecuente. Los cazadores suelen atravesar terrenos irregulares o resbaladizos, lo que aumenta las posibilidades de torcerse un tobillo o caerse y romperse un hueso. Los árboles añaden otro nivel de riesgo, ya que una caída, incluso desde una altura moderada, puede provocar lesiones graves en la espalda, el cuello o la cabeza. Y, aunque poco frecuentes, las heridas accidentales por arma de fuego siguen siendo una sombría realidad de este deporte. Estos incidentes exigen un control inmediato de la hemorragia y una evacuación rápida, ya sea por mala visibilidad, falta de comunicación o armas mal disparadas.

 

Botiquín de primeros auxilios para cazadores

El contenido de un botiquín de primeros auxilios puede marcar la diferencia entre curar una herida sobre el terreno o enfrentarse a complicaciones potencialmente mortales. Para los cazadores, el material para curar heridas es esencial. Vendas estériles, gasas y esparadrapo ayudan a tratar desde pequeños cortes hasta laceraciones más profundas. Las toallitas antisépticas son necesarias para limpiar las heridas, mientras que la pomada antibacteriana ayuda a prevenir las infecciones. Las tijeras y las pinzas resultan útiles para retirar restos como espinas o astillas.

Los analgésicos y antialérgicos también deben formar parte de tu botiquín. Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno, reducen la inflamación y ayudan a controlar las molestias causadas por esguinces o fracturas. Los antihistamínicos pueden contrarrestar las reacciones alérgicas provocadas por picaduras de insectos o desencadenantes ambientales. También puede ser necesaria una crema o gel para quemaduras, sobre todo si los cazadores cocinan al fuego o utilizan iniciadores químicos.

La estabilización es otra categoría crítica. Una férula SAM permite inmovilizar las extremidades lesionadas y las vendas elásticas proporcionan compresión y soporte para los esguinces. Estas herramientas son ligeras pero potentes a la hora de mantener estabilizado a un cazador hasta que llegue la ayuda.

Para las lesiones más graves, el control de la hemorragia es primordial. Un torniquete comercial puede detener hemorragias potencialmente mortales producidas por heridas de bala o cortes profundos. Deben incluirse guantes de látex y una mascarilla de reanimación cardiopulmonar para la higiene y la respuesta de emergencia, especialmente cuando se asiste a otras personas.

La hidratación y la regulación de la temperatura también son vitales. Lleve pastillas potabilizadoras o una pajita filtrante para asegurarse de que el agua que bebe está limpia. Una manta de emergencia puede ayudar a prevenir la hipotermia, sobre todo si el cazador está inmovilizado o debe pasar la noche en condiciones de frío. Un faro, en lugar de una linterna, proporciona visibilidad manos libres, esencial para curar heridas o navegar en la oscuridad.

Otras herramientas de supervivencia, como un silbato, una brújula, cerillas impermeables y alimentos compactos, como barritas energéticas o cubitos de caldo, completan una mochila bien equipada. Estos artículos ayudan a mantener al cazador durante pernoctaciones inesperadas o esperas prolongadas para ser rescatado.

 

Una persona enciende fuego con una cerilla y musgo y corteza secos sobre la nieve.

La supervivencia en la naturaleza es más que primeros auxilios

Harding Bush, ex SEAL de la Marina y director asociado de seguridad de Global Rescue, afirma que un kit de supervivencia consiste en estar preparado para lo inesperado. «Tu kit de supervivencia es para emergencias, sucesos inesperados en los que, por alguna razón, te encuentras ante una situación más grave de lo previsto», explica Bush.

Toda situación de supervivencia implica una o más de seis necesidades críticas: comunicaciones, primeros auxilios, alimentos y agua, refugio, fuego y navegación. Dependiendo del entorno, la prioridad cambia. Por ejemplo, el refugio es la máxima prioridad en un clima gélido como el de las Montañas Blancas de New Hampshire. En cambio, atravesar el interior de Australia eleva el agua a la necesidad más urgente.

Bush aconseja no llevar demasiadas cosas. «Si necesitas llevar tanto equipo de supervivencia que abruma tu mochila, elige otra actividad». En su lugar, recomienda equipo que sirva para múltiples propósitos, como cinta aislante, paracord, multiherramientas y bridas. Cada artículo se puede utilizar de docenas de maneras para reparar, reforzar o asegurar el equipo hasta que llegue la ayuda.

Los contenedores impermeables o las maletas rígidas son esenciales para proteger los aparatos electrónicos cruciales, como las unidades GPS y los mensajeros por satélite. Un dispositivo de comunicación dañado puede marcar la diferencia entre una evacuación rápida y un rescate tardío. Llevar varias herramientas para encender fuego, como cerillas impermeables, una herramienta para encender chispas y un encendedor a prueba de viento, garantiza el calor, la seguridad y la capacidad de cocinar en caso de emergencia.

 

Rescates de caza

Las lesiones en la caza pueden agravarse rápidamente, sobre todo cuando se produce una infección. En un caso, un cazador estadounidense de safari en África tuvo fiebre alta durante varios días. Los miembros de la expedición se pusieron en contacto con Global Rescue para organizar una evacuación médica. Tras revisar los datos médicos del cazador, Global Rescue determinó que la situación requería una actuación inmediata.

El miembro fue hospitalizado inicialmente para estabilizarlo, pero requirió una estancia prolongada debido a la gravedad de la enfermedad. Fueron necesarias múltiples intervenciones quirúrgicas, un tratamiento agresivo con antibióticos y una vigilancia intensiva en la UCI antes de que el cazador pudiera volar a casa, a Michigan, donde siguió recibiendo atención en un hospital de su elección.

Quizá ningún ejemplo ilustre mejor la importancia de la preparación que el caso de John Abraham, un veterano de safari de 47 años de Madubula Safaris. Mientras cazaba en una zona remota de Sudáfrica, Abraham fue emboscado por un leopardo. El animal le clavó los dientes en la pierna, destrozándole el fémur e incrustando fragmentos de hueso en el tejido. El leopardo también le mordió la muñeca.

Fue trasladado a una clínica local, donde los médicos le operaron de urgencia. Sin embargo, cuando aparecieron signos de infección, la familia de Abraham se puso en contacto con Global Rescue. El equipo médico revisó su expediente y organizó una evacuación aérea urgente a Johannesburgo. Allí, los médicos descubrieron que el tratamiento original no había limpiado bien la herida. Le practicaron otra intervención quirúrgica que acabó salvándole la pierna.

En una carta, Abraham elogiaba la atención sin fisuras. «Bastó una llamada telefónica. Simplemente se hicieron cargo, un avión medicalizado totalmente equipado estaba allí para mí, los paramédicos fueron excelentes, explicándoselo todo a mi mujer y a mi hijo mientras me atendían.» Su supervivencia no se debió sólo a su entereza, fue posible gracias al apoyo profesional y la rápida respuesta.

 

La Conexión Global de Rescate

Ya sea una caída desde un puesto en un árbol, una torcedura de tobillo en un terreno irregular o un ataque animal poco frecuente pero devastador, las lesiones en la naturaleza son una amenaza real y persistente para los cazadores. Sin embargo, estos peligros pueden mitigarse con una planificación adecuada, un equipo completo, conocimientos de primeros auxilios y una afiliación a Global Rescue. Desde pequeños rasguños hasta mordeduras de leopardo e infecciones, la naturaleza no tiene favoritos. Los mejores cazadores no se limitan a rastrear las piezas, sino que se preparan para lo peor.

La supervivencia no es cuestión de suerte, sino de preparación.