Artículo destacado:

  • El 90% de las catástrofes naturales en Estados Unidos son inundaciones, lo que las convierte en el peligro más común y destructivo.
  • La temporada de huracanes dura de junio a noviembre y alcanza su punto álgido entre agosto y octubre.
  • Lo más peligroso de los huracanes, ciclones y tifones son las mareas tormentosas, no el viento.
  • Disponer de un plan de emergencia para viajes, que incluya rutas de evacuación y kits de suministros, es crucial.
  • Viajar durante la temporada de tormentas es posible con una planificación adecuada, reservas flexibles y conocimiento de los riesgos de catástrofe locales.

 

Sea cual sea el lugar al que viaje durante el verano, la amenaza potencial de una catástrofe natural es constante en muchos destinos turísticos populares. Las tormentas extremas como huracanes, ciclones y tifones son un duro recordatorio de que la Madre Naturaleza reina suprema. Afortunadamente, la moderna tecnología de seguimiento meteorológico nos permite identificar, nombrar y vigilar estos fenómenos destructivos mucho antes de que toquen tierra, dando tiempo a los viajeros para prepararse y evacuar si es necesario.

«La tecnología de seguimiento meteorológico permite a la gente seguir la trayectoria de los huracanes mucho antes de que toquen tierra, lo que les da tiempo para preparar sus casas y evacuarlas», afirma Dan Richards, Director General de The Global Rescue Companies. «Sin embargo, cada año, hay algunos que se quedan quietos, enfrentándose a la tormenta de frente, ya sea porque no quieren o no pueden hacer otra cosa».

 

Comprender los huracanes, ciclones y tifones

Los huracanes, ciclones y tifones son esencialmente el mismo tipo de tormenta, pero sus nombres dependen de su ubicación:

  • Huracanes – Tormentas del océano Atlántico o del noreste del océano Pacífico con vientos sostenidos superiores a 74 mph.
  • Ciclones – El mismo fenómeno meteorológico se da en el océano Índico y en el suroeste del Pacífico.
  • Tifones – Se encuentran en el noroeste del Pacífico y afectan principalmente al este de Asia.

Estas poderosas tormentas traen consigo vientos extremos, mareas de tempestad y lluvias torrenciales, que a menudo causan graves daños a las infraestructuras y al medio ambiente. Aunque los huracanes azotan con frecuencia las costas norteamericanas del Atlántico y el Golfo de México, algunas zonas del suroeste de Estados Unidos y la costa del Pacífico también pueden sufrir el impacto de fuertes tormentas, como tornados e inundaciones.

Las inundaciones provocadas por estas tormentas son peligrosas y causan destrucción generalizada, contaminación del agua e incluso incendios provocados por cables eléctricos caídos en el agua acumulada.

En Canadá, las inundaciones son el peligro natural más frecuente y costoso. En Estados Unidos, el 90% de las catástrofes naturales se deben a inundaciones, que causan más daños económicos y pérdidas de vidas humanas que cualquier otro riesgo. Mientras tanto, en el sudeste asiático, incluidos Camboya, Laos, Tailandia, Vietnam y Filipinas, las inundaciones representan casi el 40% de todas las catástrofes naturales.

 

Prepararse para las catástrofes naturales: Lo que hay que saber

Una preparación adecuada antes de la tormenta puede marcar una diferencia decisiva en la seguridad y la supervivencia frente a huracanes, ciclones, tifones e inundaciones. Siga estos pasos esenciales:

  • Evacue si es posible – Nunca ignore una orden de evacuación de las autoridades locales. Retrasar la salida puede ponerle en peligro de muerte.
  • Manténgase informado – Siga las actualizaciones de las tormentas a través de los canales oficiales. En EE.UU., el Servicio Meteorológico Nacional proporciona alertas inalámbricas de emergencia (WEA). En Asia, las agencias de vigilancia incluyen la Agencia Meteorológica Japonesa y el Centro Conjunto de Alerta de Tifones.
  • Cargue sus dispositivos – Los cortes de electricidad pueden durar días o semanas, así que asegúrese de que su teléfono móvil, tabletas y ordenadores portátiles están completamente cargados.
  • Reúna suministros de emergencia – FEMA recomienda tener un kit de emergencia con alimentos no perecederos, agua, linternas, pilas y suministros de primeros auxilios. Abastézcase con antelación para evitar la escasez.
  • Asegure los documentos importantes – Guarde documentos de identidad, pasaportes y documentos de viaje válidos en una bolsa impermeable de fácil acceso.
  • Disponga de efectivo de emergencia: los cajeros automáticos y los sistemas bancarios pueden resultar inaccesibles tras una catástrofe.
  • Cree un plan de emergencia familiar – Determine puntos de encuentro y métodos de comunicación en caso de separación.
  • Designe un lugar para refugiarse – Tanto si se traslada a un terreno más elevado en caso de inundación como si se asegura un lugar seguro en caso de fuertes vientos, sepa dónde ir antes de que se produzca la catástrofe.

Durante una tormenta fuerte, es crucial permanecer en el interior y refugiarse en una habitación interior segura, lejos de ventanas y posibles escombros voladores. Mantenerse al día de las alertas de emergencia también es esencial, así que lleva contigo una radio a pilas para obtener la información y los avisos más recientes.

Uno de los aspectos más peligrosos de los huracanes y tifones es la marejada ciclónica, que puede causar inundaciones catastróficas en las zonas costeras. Si se encuentra en una zona de alto riesgo, la evacuación temprana puede salvarle la vida. Además, si las autoridades lo aconsejan, cortar el gas, el agua y la electricidad puede ayudar a prevenir otros peligros como incendios y electrocuciones.

Una vez pasada la tormenta, es importante esperar a recibir el permiso oficial antes de abandonar el refugio, ya que los peligros persistentes, como las líneas eléctricas caídas y las estructuras inestables, pueden seguir planteando riesgos.

Hay que evitar a toda costa las aguas de crecida, ya que pueden estar contaminadas con escombros, aguas residuales o corrientes eléctricas ocultas. Es prioritario examinarse a sí mismo y a los que le rodean en busca de lesiones, y buscar inmediatamente atención médica para cualquier herida o infección. Al evaluar las consecuencias, tenga cuidado con los edificios, puentes y carreteras que puedan haber sufrido daños estructurales.

Por último, ponerse en contacto con los contactos de emergencia, incluidos familiares y amigos, garantiza que estén informados de su seguridad y puedan ayudarle en caso necesario.

 

¿Cuándo es la temporada de huracanes?

Las catástrofes naturales del verano varían según la región. Norteamérica sufre huracanes, tornados, tsunamis, inundaciones e incendios, mientras que el Sudeste Asiático se enfrenta a lluvias torrenciales, sequías e inundaciones. Europa sufre olas de calor, fuertes tormentas e incendios forestales. Las inundaciones son uno de los peligros más comunes y costosos en todo el mundo, y se producen como consecuencia de tormentas, lluvias torrenciales repentinas y tsunamis.

La temporada de huracanes suele durar de junio a noviembre, con un pico de actividad entre agosto y octubre. Si tiene previsto viajar durante este periodo, tenga en cuenta:

  • Elegir lugares de menor riesgo – Las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curaçao) y Barbados rara vez sufren huracanes debido a su ubicación meridional.
  • Reserva de viajes flexibles: opta por billetes de avión reembolsables y por políticas de alojamiento que permitan cambios de última hora.
  • Consultar los planes de emergencia de los hoteles – Llame con antelación para informarse sobre las medidas de preparación ante huracanes y los refugios disponibles.
  • Llevar efectivo de emergencia: los cajeros automáticos y las transacciones con tarjeta pueden no funcionar si se producen cortes de electricidad.

 

La Conexión Global de Rescate

Las catástrofes naturales como huracanes, ciclones, tifones e inundaciones suelen ser predecibles, lo que da tiempo para prepararse y aumentar la supervivencia y la seguridad. Mantenerse informado, disponer de un plan de evacuación, reunir suministros de emergencia y conocer los riesgos asociados al destino del viaje son pasos fundamentales para mitigar el impacto de las catástrofes.

Si está planeando un viaje este verano, póngase en contacto con Global Rescue para que le ayudemos a equiparse con información actualizada y a garantizar su seguridad y protección, ya sea preparando su bolsa de viaje o tomando otras precauciones.

Aunque no podemos predecir ni evitar las catástrofes naturales, sí podemos tomar medidas proactivas para prepararnos y responder con eficacia. Cuando un huracán, un ciclón o un tifón amenazan sus vacaciones o su viaje de trabajo, el equipo de expertos de Global Rescue puede ayudarle a mantenerse al tanto de su trayectoria y asistirle en su evacuación a medida que las predicciones de tormenta se vuelven ominosas.