La mayoría de las personas que salen a disfrutar del aire libre no creen que vayan a perderse, y desde luego no es su intención. Pero la realidad es que puede ocurrir muy rápido.

Los senderos pueden desvanecerse o llenarse de maleza. Todas las rocas que intentas recordar como puntos de referencia pueden empezar a parecerse cuando te encuentras en un cañón o por encima del límite arbóreo.

Aunque tengas un mapa, puedes caminar durante horas sin mirarlo, confiado en tu rumbo cuando, en realidad, no tienes ni idea de dónde estás.

 

Seguridad en la naturaleza

Desorientarse en la naturaleza no tiene por qué ser desastroso. Seguir estas sencillas reglas te ayudará a mantenerte a salvo y a que te encuentren.

Que no cunda el pánico. La gente rara vez toma buenas decisiones cuando está histérica, así que cuando te des cuenta del aprieto en que te encuentras, respira hondo y relájate. Evalúa tu situación. ¿Qué equipo, comida y ropa llevas contigo? ¿Sabría alguien que has desaparecido?

No te muevas. Todos los instintos te dirán que sigas moviéndote, que sigas buscando ese último lugar que reconoces. Este instinto te está mintiendo. Un poco de marcha atrás está bien y quizá puedas desplazarte a algún terreno elevado para intentar orientarte (o tener señal de móvil).

Si haces esto y determinas que sí, que estás realmente perdido, ahora es el momento de ponerte cómodo. Moverse sin saber adónde se dirige simplemente cansa, y el cansancio aumenta el riesgo de lesiones. La comida y el agua que tengas también se agotarán más rápido. Ahora tus prioridades son agua, refugio, fuego y comida. En ese orden.

…excepto cuando no debes. Hay una excepción a la regla del «no te muevas»: si has metido la pata y no le has dicho a nadie adónde vas, no te encontrarán si no saben que has desaparecido o dónde buscarte.

Una regla general a seguir aquí es ir cuesta abajo. Al final llegarás a un arroyo. Ahora tienes agua para beber y una característica del terreno que puedes usar como guía. Este arroyo acabará desembocando en otro más grande y así sucesivamente. Normalmente encontrarás gente cerca de una fuente de agua, lo que aumenta tus probabilidades de encontrar ayuda.

Anuncia tu dilema. Tanto si te quedas quieto como si te mueves, grita y haz todo lo posible para que te vean. Si tienes un silbato, úsalo.

La ropa o las tiendas de campaña de colores brillantes deben ser lo más visibles posible y sí, si tienes que moverte un poco para llegar a un campo o a un claro para ser visible desde el aire, no pasa nada.

Además, enciende un fuego. Te mantendrá caliente y la quema de hojas verdes producirá mucho humo que podrá verse desde una gran distancia.

Evite perderse en primer lugar. Con un poco de planificación y conocimiento, hay muy pocas razones para perderse en estos tiempos.

  • Dígale siempre a alguien adónde va y cuándo puede esperar su regreso o una llamada telefónica.
  • Ten un GPS y/o un mapa de la zona. No hace falta ser un genio con la brújula, pero al menos hay que saber utilizarla para orientar un mapa hacia el norte y seguir una dirección cardinal.
  • Utilice la aplicación móvil My Global Rescue para dejar migas de pan por el camino.
  • Vístase para el tiempo que haga, tenga un recipiente para el agua y medios para purificarla.
  • Disponga de arrancadores de fuego y de los conocimientos necesarios para utilizarlos.
  • Prepárate para pasar la noche, aunque sea incómoda, a la intemperie.

Estas sencillas reglas se aplican prácticamente a todos los viajes por la naturaleza y te mantendrán feliz, seguro y, lo que es más importante, no perdido la próxima vez que salgas al bosque.

Las afiliaciones a Global Rescue incluyen servicios de asesoramiento personalizado, asistencia de emergencia 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año y servicios de evacuación sin coste adicional para usted. Para obtener más información sobre las ventajas de la afiliación, haga clic aquí.