(Crédito de la foto: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) 

A medida que aumenta el número de estudiantes que viajan al extranjero, las instituciones académicas se esfuerzan por desarrollar las estrategias y los recursos necesarios para hacer frente a los riesgos en desarrollo. El mes pasado, Los Angeles Times informó de que dos grupos judíos habían sido demandados por los padres de cuatro estudiantes de secundaria de Los Ángeles después de que sus hijos contrajeran leishmaniasis, una enfermedad que provoca dolorosas úlceras cutáneas. Los padres afirman que los responsables del viaje no tomaron ninguna precaución para proteger o informar a los estudiantes de la posibilidad de contraer la enfermedad a pesar de haber tenido «problemas previos» con las moscas de la arena en viajes anteriores. Los padres afirman que la escuela incumplió su «deber de diligencia» para con los estudiantes. El deber de diligencia es un concepto jurídico que exige a organizaciones como los operadores turísticos y las instituciones académicas que informen a los viajeros de los riesgos del viaje y les proporcionen los recursos médicos y de seguridad adecuados en caso necesario.

Otro ejemplo más grave ocurrió en 2007, cuando un adolescente que iba de excursión a China contrajo una enfermedad transmitida por insectos mientras practicaba senderismo. La enfermedad dañó permanentemente la motricidad fina del adolescente y su capacidad para hablar. Más tarde, un tribunal condenó al adolescente a pagar 41,7 millones de dólares porque la escuela incumplió su obligación de informar de los peligros potenciales y su deber de diligencia una vez contraída la enfermedad. Los responsables del viaje no advirtieron a los estudiantes de que estarían en una zona con enfermedades transmitidas por insectos, no tomaron medidas para reducir la probabilidad de contraer la enfermedad y no reconocieron ni trataron la enfermedad una vez que empezó. Si se hubiera implantado un sistema adecuado de gestión de riesgos, se podrían haber evitado los tres fracasos.

Los operadores turísticos y las instituciones académicas de todo el mundo deben elaborar planes para mantener la seguridad de sus viajeros y estudiantes. Estados Unidos, el Reino Unido y la UE han desarrollado marcos jurídicos que exigen que las organizaciones dispongan de planes de evaluación de riesgos y gestión de crisis. Estas leyes sobre el deber de diligencia pueden tener graves consecuencias para las organizaciones que no dispongan de protocolos adecuados. Muchas organizaciones han desarrollado soluciones descoordinadas que parecen buenas sobre el papel, pero no ofrecen suficiente apoyo a sus viajeros en tiempos de crisis.

Hemos desarrollado el programa de Gestión de Crisis y Riesgos en Viajes (TRCM) de Global Rescue específicamente para ayudar a los operadores turísticos y a las instituciones académicas a cumplir con su deber de diligencia. Nuestro programa TRCM proporciona asistencia y planificación previas críticas, garantizando la mayor probabilidad de prevenir emergencias y tener resultados positivos en caso de emergencia.  Con el programa TRCM de Global Rescue, los operadores turísticos y las instituciones académicas pueden ser proactivos y prepararse para posibles amenazas a los viajeros, en lugar de limitarse a reaccionar ante una emergencia y afrontar las consecuencias.

Si desea más información sobre el Programa de gestión de riesgos y crisis en viajes de Global Rescue, póngase en contacto con nosotros en memberservices@globalrescue.com o en el 617-459-4200.