Mientras caminaba por la sabana de Zimbabue, un miembro de Global Rescue fue emboscado por una leona que lo esperaba, que lo tiró al suelo y le mordió las dos manos y la muñeca derecha. Mientras el joven luchaba por evitar que el animal le clavara los dientes en la yugular, su compañero logró someter a la leona y luego pidió ayuda.

Global Rescue realizó un rescate sobre el terreno desde el remoto lugar hasta un hospital cualificado de la región. Allí, los cirujanos limpiaron sus laceraciones y, siguiendo las recomendaciones de Global Rescue y Johns Hopkins, no cerraron inmediatamente las heridas porque existía un riesgo importante de que se infectaran. (Las infecciones por bacterias en la boca de un león provocan complicaciones peligrosas en casos como éste, y son la causa de un porcentaje significativo de las muertes resultantes).

Cuando los médicos estuvieron seguros de que sus heridas estaban listas para cerrarse, le suturaron las manos y decidió continuar el resto de sus vacaciones en África.