Artículo destacado:

  • El aumento de los costes, los tipos de cambio favorables y una asistencia sanitaria asequible están impulsando a más norteamericanos a jubilarse en el extranjero.
  • Uno de cada tres viajeros se plantea ahora una jubilación internacional, y los grupos más jóvenes y con mayores ingresos lideran esta tendencia.
  • Las mejoras en la política de visados e inmigración en todo el mundo facilitan a los jubilados establecer su residencia en el extranjero.
  • Los destinos más populares son México, Portugal, Costa Rica, España y Tailandia por su coste, clima y atractivo cultural.
  • Los europeos también se jubilan cada vez más en el extranjero debido al envejecimiento demográfico, las presiones económicas y la mayor facilidad de movilidad.

 

 

Jubilarse solía significar mudarse a una casa más pequeña, dirigirse al sur de Estados Unidos o instalarse en una tranquila ciudad canadiense. Pero hoy en día, un número creciente de norteamericanos opta por algo más ambicioso: jubilarse en el extranjero. Desde México y Costa Rica hasta Portugal, España, Tailandia y otros países, el estilo de vida ex pat está pasando rápidamente de ser una opción de nicho a una estrategia de jubilación generalizada.

Los datos de la Encuesta sobre Sentimiento y Seguridad de los Viajeros de Global Rescue Fall 2025 muestran claramente este impulso. Más de uno de cada tres encuestados está considerando la posibilidad de jubilarse fuera de su país de origen. Entre los viajeros más jóvenes, de entre 35 y 54 años, el interés es aún mayor, lo que indica un cambio generacional hacia la vida internacional como parte de la planificación financiera a largo plazo. El aumento de los costes nacionales, los tipos de cambio favorables y unas vías de inmigración más accesibles contribuyen a este movimiento creciente.

 

Los tipos de cambio y las prestaciones de la Seguridad Social son parte del atractivo

Para la mayoría de los jubilados, la seguridad financiera es un factor primordial a la hora de tomar decisiones, y jubilarse en el extranjero suele suponer una mejora espectacular del poder adquisitivo. Con un tipo de cambio favorable o precios locales más bajos, los jubilados pueden estirar mucho más sus ahorros para la jubilación y las prestaciones de la Seguridad Social.

Un menor coste de la vida en el extranjero permite a los jubilados disfrutar de comodidades que podrían estar fuera de su alcance en casa, como casas más grandes o apartamentos con vistas al mar, ayuda doméstica, comidas frecuentes fuera de casa, acceso a experiencias culturales y oportunidades de viajar.

Países como México, Portugal y Panamá son famosos por ser asequibles para los norteamericanos, especialmente cuando los dólares estadounidenses o canadienses se convierten favorablemente frente a las monedas locales. Las ventajas del cambio de divisas se hacen aún más significativas en épocas de fuerte evolución del dólar norteamericano, lo que permite a los jubilados asegurarse ventajas financieras a largo plazo.

 

Sanidad asequible sin compromisos

Los elevados costes de la asistencia sanitaria en Estados Unidos y el aumento de las primas de los servicios complementarios en Canadá empujan a muchos jubilados a buscar alternativas. Los destinos internacionales suelen ofrecer una asistencia sanitaria asequible, de calidad, accesible y moderna. En países como Costa Rica, Portugal y Tailandia, los profesionales médicos suelen formarse en Europa o Norteamérica, y la atención privada cuesta una fracción de lo que pagan los jubilados en el país.

Muchos jubilados afirman pagar entre un 20% y un 40% menos que en EE.UU. por intervenciones quirúrgicas, tratamientos dentales o visitas médicas rutinarias. Si a esto se añaden los seguros privados baratos en el extranjero, éste es uno de los mayores incentivos para jubilarse en el extranjero.

 

Los visados, la residencia y la política de inmigración son más acogedores que nunca

Los países de todo el mundo reconocen el valor económico que aportan los jubilados y han adaptado las políticas de visados e inmigración para atraerlos. Los visados de jubilación, los visados de larga duración y los programas de residencia basados en los ingresos permiten a los jubilados establecerse en el extranjero con menos trabas burocráticas que en el pasado.

Las opciones más populares son:

  • El visado D7 de Portugal, ideal para pensionistas y rentas pasivas
  • El visado no lucrativo de España, favorito desde hace tiempo entre los jubilados europeos y norteamericanos
  • La Visa de Pensionado de Panamá, una de las vías más favorables a los jubilados del mundo
  • La Residencia Temporal y Permanente en México, accesible y ampliamente utilizada

Incluso países históricamente más difíciles para establecerse, como Grecia o Italia, han simplificado las vías de jubilación en los últimos años. En combinación con la mejora de las infraestructuras digitales y la banca internacional, establecer una vida ex pat en el extranjero nunca ha sido tan fácil.

 

Estilo de vida, cultura y búsqueda de una mejor calidad de vida

Muchos jubilados señalan otra poderosa motivación: el deseo de un estilo de vida más satisfactorio. La jubilación internacional ofrece algo que las opciones nacionales a veces no pueden ofrecer: nuevos idiomas, comunidades transitables, una cultura vibrante, actividades al aire libre durante todo el año y un ritmo de vida más lento e intencionado.

Ya sea la cultura del café en Europa, la vida playera en el Sudeste Asiático o el paisaje selvático en Centroamérica, los jubilados eligen destinos donde el estilo de vida, y no sólo la asequibilidad, se alinea con su visión de la felicidad a largo plazo.

 

Tendencias estadísticas

El número de estadounidenses que se jubilan en el extranjero no ha dejado de crecer en las dos últimas décadas. Entre 2008 y 2022, el número de jubilados estadounidenses que reciben prestaciones de la Seguridad Social en el extranjero aumentó en casi un 48%, pasando de unos 306.000 a más de 450.000. En la actualidad, algunas estimaciones sugieren que hasta 5 millones de estadounidenses viven en el extranjero y aproximadamente uno de cada seis estadounidenses mayores está considerando la posibilidad de jubilarse en el extranjero. La fortaleza de los tipos de cambio, el aumento del coste de la vida en las principales áreas metropolitanas de EE.UU. y el mayor acceso a visados de larga duración o de jubilación en países como México, Portugal, Costa Rica y Panamá siguen acelerando esta tendencia.

Los jubilados canadienses siguen una trayectoria similar, aunque con menos datos formales. Alrededor de 4 millones de ciudadanos canadienses viven en el extranjero en todos los grupos de edad, y los expertos coinciden en que el número de jubilados dentro de esa población está aumentando a medida que los canadienses buscan climas más cálidos, una asistencia sanitaria más asequible y menores gastos cotidianos. Destinos como México, España y Costa Rica atraen a grandes comunidades de expatriados canadienses que a menudo duplican su tamaño por temporadas y cada vez cuentan con más jubilados a tiempo completo.

Los europeos también participan en una creciente ola de emigración de jubilados. Aunque el porcentaje de emigrantes de más edad en Europa se mantuvo estable durante décadas, el mero crecimiento de la población envejecida de la UE significa que el número de jubilados que se trasladan al extranjero ha aumentado sustancialmente. Los europeos del norte, sobre todo del Reino Unido, Alemania, los Países Bajos y Escandinavia, siguen trasladándose a destinos más baratos y soleados, como Portugal, España, Grecia y Bulgaria. Dado que se prevé que la población europea mayor de 65 años aumente del 19% en 2020 a casi el 30% en 2100, se espera que la demanda de destinos de jubilación asequibles y con un estilo de vida agradable siga acelerándose en el continente.

 

Los jubilados más jóvenes y con mayores ingresos lideran la tendencia

Según la encuesta de Global Rescue, el interés por jubilarse en el extranjero es mayor entre los viajeros menores de 55 años y entre los que ganan más de 150.000 dólares anuales. Este grupo lleva años viajando por todo el mundo y ve la vida en el extranjero como una continuación realista de su estilo de vida viajero. Su comodidad con los entornos internacionales, combinada con su capacidad financiera para trasladarse, les sitúa como los nuevos líderes del movimiento ex pat.

 

El futuro de la jubilación es global

Con unos costes de vida más elevados en casa y unas opciones internacionales más accesibles, la lógica de jubilarse en el extranjero es más fuerte que nunca. Los jubilados están evaluando sus prestaciones de la Seguridad Social, los tipos de cambio, sus expectativas sanitarias y sus objetivos de estilo de vida, y cada vez son más los que deciden que un traslado internacional les ofrece el mejor valor y la mejor vida.

A medida que mejore la movilidad mundial y se amplíen las infraestructuras ex pat, se prevé que siga aumentando el número de norteamericanos y europeos que se jubilan en el extranjero. Para muchos, se trata de una decisión financiera, sí, pero también de una oportunidad para reinventar por completo la jubilación.

 

La Conexión Global de Rescate

Jubilarse en el extranjero conlleva increíbles recompensas, pero también riesgos únicos, especialmente cuando se vive lejos de sistemas médicos y servicios de emergencia conocidos. La afiliación a Global Rescue garantiza a los jubilados el acceso a evacuación médica, rescate sobre el terreno, asesoramiento médico y respuesta a crisis en todo el mundo cuando más lo necesitan. Tanto si se ha establecido en Portugal, Panamá, México o cualquier otro lugar, Global Rescue proporciona la red de seguridad que permite a los jubilados disfrutar de su estilo de vida internacional con confianza.