Global Rescue recibió una llamada desde el campamento base de Makalu, Nepal, alertando a los equipos de operaciones de que Chris Warner sufría un aumento de la dificultad respiratoria, opresión torácica y letargo a 5.500 metros de altitud. Los equipos médicos de Global Rescue aconsejaron a Warner que descendiera lo antes posible para una evaluación médica en profundidad y un posible tratamiento del edema pulmonar de gran altitud (HAPE), aunque la gran cantidad de nieve y el riesgo de avalanchas impidieron un descenso inmediato.

Apareció una ventana en el tiempo y Global Rescue lanzó un helicóptero equipado con un polipasto que puede evacuar a los escaladores de lugares sin zona de aterrizaje. Por desgracia, el tiempo empeoró y el helicóptero se vio obligado a dar media vuelta.

Warner y su equipo pudieron descender a pie hasta el campamento base en las 24 horas siguientes, donde Global Rescue pudo evacuarlo en helicóptero a un centro médico de Katmandú. Tras una batería de pruebas, se descartó la HAPE, aunque a Warner se le diagnosticó neumonía. Ya ha sido dado de alta y se recupera rápidamente.