Vientos tropicales de 74 millas por hora o más acompañados de lluvias torrenciales, truenos y relámpagos. Es sólo una muestra de lo que se podría experimentar durante un huracán de categoría 1. En un huracán de categoría 5, la velocidad del viento puede duplicarse fácilmente hasta alcanzar ráfagas devastadoras de casi 160 millas por hora.

La principal causa de muertes relacionadas con los huracanes: las mareas de tempestad. Cuando el agua del océano empuja hacia la costa por la fuerza de los vientos, las mareas de tempestad pueden demoler edificios, socavar carreteras y erosionar las costas.

Aunque no esté situado directamente en la costa, los daños de una marejada ciclónica pueden producirse a más de 160 km tierra adentro. Los resultados pueden ser catastróficos.

El personal de operaciones de seguridad de Global Rescue estudia y analiza a diario las catástrofes y la respuesta a las crisis. Sus décadas de experiencia les confieren unos conocimientos insuperables a la hora de prepararse para una catástrofe natural y gestionar las secuelas.

He aquí cuatro consejos para sobrevivir a un huracán.

Sepa dónde obtener información sobre huracanes

En Estados Unidos, puede recibir en su teléfono móvil alertas de emergencia inalámbricas del Servicio Meteorológico Nacional. Varios países -entre ellos China, Japón, Corea, Tailandia y Filipinas- comparten responsabilidades de vigilancia a través de la Agencia Meteorológica Japonesa y el Centro Conjunto de Alerta de Tifones. Asegúrese de vigilar los sistemas de emergencia locales durante toda la tormenta.

Seguir órdenes

Siga las instrucciones de las autoridades locales. Si se anuncia una orden de evacuación, cúmplala. Deje tiempo suficiente para hacer las maletas, vístase con zapatos de suela gruesa y cerrados y ropa ligera y resistente. Asegúrese de informar a sus amigos y familiares de sus planes. El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. ofrece planes para antes, durante y después de muchas catástrofes y emergencias, incluidos los huracanes.

Paquete inteligente

Prepare una pequeña «bolsa de viaje» que sea fácil de transportar, como una mochila pequeña, por si se ve obligado a salir rápidamente. Asegúrese de que incluye una muda de ropa, artículos de aseo, medicamentos adicionales y documentos e identificaciones personales importantes. Tenga a mano dinero en efectivo en pequeñas cantidades. Asegúrese de colocar su bolsa de viaje y un par de zapatos junto a la puerta por si tiene que evacuar rápidamente.

Encuentra refugio y mantente cargado

Si tiene que evacuar, asegúrese de conocer las rutas de evacuación y su destino. Si su aeropuerto local cierra antes de que evacue, no estará completamente desamparado.

Una opción es quedarse en el aeropuerto. Si el aeropuerto le permite quedarse, suele haber suministros de emergencia como comida, agua y un generador. En casos extremos, el aeropuerto será el lugar central de muchas operaciones de socorro y rescate tras la tormenta.

Una segunda opción es alojarse en un hotel. Si busca un hotel, elija uno que esté alejado de la costa y situado en un terreno elevado. En EE.UU. existen leyes específicas para proteger a los viajeros de los precios abusivos en estas situaciones.

Si se refugia en el lugar, prepárese. Aléjese de las ventanas, cierre las cortinas gruesas para protegerse de los cristales rotos y refúgiese en una habitación interior pequeña, un armario o un pasillo.

Mantenga los dispositivos móviles cargados y limite el uso de datos, ya que las redes móviles pueden saturarse. También conviene marcar la página web de cualquier ciudad o país para obtener las últimas actualizaciones meteorológicas e instrucciones de emergencia.

Global Rescue es el proveedor líder de servicios de asesoramiento y evacuación en todo el mundo. Haga clic aquí para obtener más información sobre las opciones de afiliación.