Artículo destacado:

  • Re:wild opera en más de 80 países, restaurando más de 565 millones de acres de ecosistemas amenazados en todo el mundo.
  • Los equipos sobre el terreno trabajan en entornos remotos de alto riesgo, desde ríos infestados de cocodrilos hasta zonas de conflicto activo.
  • Los socios locales e indígenas son fundamentales para el éxito de la conservación de la fauna y la estrategia de seguridad de Re:wild.
  • Global Rescue desempeña un papel fundamental en las evacuaciones de emergencia y la gestión de crisis del personal de Re:wild.
  • Re:wild destina al menos el 20% de sus fondos de conservación directamente a los pueblos indígenas y las organizaciones locales.

 

Re:wild, que cuenta desde hace tiempo con el apoyo de Global Rescue, se ha convertido en un líder audaz y visionario en la lucha por proteger los ecosistemas más amenazados del planeta. Con profundas raíces en la ciencia, las alianzas mundiales y el conocimiento indígena, Re:wild afronta con esperanza la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y las amenazas a la salud humana.

Fundada por un grupo de renombrados científicos de la conservación junto con Leonardo DiCaprio y combinando más de 35 años de impacto en la conservación, Re:wild no es solo una organización sin ánimo de lucro; es un movimiento. Su misión es clara: proteger y restaurar lo salvaje para garantizar una Tierra próspera en la que florezca toda forma de vida.

«La naturaleza no es un lujo», dice Alex Quintero, Director de Operaciones de Re:wild. «Es esencial para nuestra supervivencia. Cada árbol, cada río, cada especie desempeña un papel en el delicado equilibrio de la vida en este planeta. En Re:wild, nuestro trabajo consiste en salvaguardar ese equilibrio».

Con proyectos de conservación en más de 80 países que abarcan más de 565 millones de hectáreas, Re:wild está teniendo un impacto extraordinario, y lo está haciendo en algunos de los rincones más remotos, salvajes y peligrosos de la Tierra.

 

Conservación de la fauna en primera línea

Desde ríos infestados de cocodrilos en el sudeste asiático hasta zonas de conflicto en África central, los miembros del equipo de Re:wild se la juegan regularmente para salvaguardar los ecosistemas más vulnerables del planeta. Su trabajo les lleva a adentrarse en selvas, océanos y densos bosques donde la fauna salvaje en peligro de extinción aún se aferra a la supervivencia.

«Nuestro personal tiene mucha experiencia trabajando en estos entornos», afirma Quintero. «Llevan mucho tiempo haciéndolo».

Pero a menudo no son misiones seguras ni fáciles. La naturaleza no sigue reglas, como tampoco lo hacen los paisajes políticos o medioambientales en los que se desarrollan muchas de estas expediciones. Los riesgos son reales.

«Cuando tenemos gente haciendo prospecciones en busca de especies, son muy cuidadosos», subraya Quintero. «No hacemos nada al azar, y trabajamos con socios sobre el terreno».

«No estamos enviando a individuos de forma independiente a la carretera», añade. «Salen con una circunscripción local».

Ese apoyo local no es sólo logístico, sino que salva vidas. Los habitantes de estas regiones sirven de guías y guardianes a los equipos de campo de Re:wild.

«Son los mejores guías de nuestro personal», dice Quintero. «Saben cómo protegerse de la fauna salvaje o de las amenazas medioambientales. Están muy atentos a lo que ocurre a su alrededor y se aseguran de que nuestro personal, los donantes o cualquier otra persona estén bien atendidos.»

 

Evacuación de emergencia

Pero a veces la preparación no es suficiente. Cuando surge lo inesperado, cuando aumenta la inestabilidad política o las amenazas medioambientales, la red de seguridad de Re:wild marca la diferencia.

«Cuando surgen problemas, me alivia saber que Global Rescue está ahí para ellos», dice Quintero.

Los servicios de respuesta a crisis de Global Rescue han sido un socio esencial para garantizar la seguridad del personal de Re: wild durante el trabajo de campo de alto riesgo.

«Saben gestionar las amenazas», señala Quintero, que recuerda varios casos en los que la intervención de Global Rescue fue vital durante su mandato.

Uno de esos momentos se produjo durante una misión en la República Democrática del Congo un país designado «Nivel 4 – No viajar» por el Departamento de Estado estadounidense.

«Hace aproximadamente un año, un miembro del personal se encontraba en la República Democrática del Congo cuando se produjo la primera invasión rebelde», explica Quintero. «Fue un día de tanteo. Estuvimos trabajando con Global Rescue, la comunidad local y la gente del Parque Nacional de Baranga para mantener a todo el mundo a salvo.»

La evacuación fue tensa y contrarreloj. Cada decisión era importante.

«Tardamos unas 24 tensas horas en sacar a nuestro empleado sano y salvo hacia Ruanda», dice Quintero. «Global Rescue hizo un gran trabajo manteniendo el ritmo, permaneciendo en contacto, proporcionando información y corroborando lo que otros nos decían».

En última instancia, no fue sólo una extracción exitosa fue una garantía de seguridad, una tranquilidad que se extendió a toda la organización.

«Todo el mundo descansa un poco más tranquilo sabiendo que los recursos y la experiencia de Global Rescue están a mano y a nuestro servicio», añade Quintero. «Ahí es donde está el verdadero valor. Es la manta de seguridad, sabiendo que si algo va mal, sabemos que tenemos un recurso al que podemos recurrir para obtener ayuda que puede salvar vidas.»

 

Cuando surgen problemas, me alivia saber que Global Rescue está ahí para ellos.
– Alex Quintero, Director de Operaciones, Re:wild

 

Proteger la naturaleza merece la pena

Los retos a los que se enfrenta Re:wild sobre el terreno no se limitan a la agitación política. El propio mundo natural puede ser igual de formidable.

Los equipos de campo se enfrentan a serpientes venenosas, elefantes salvajes, jaguares y monzones furiosos, ya sea atravesando montañas propensas a los desprendimientos en Centroamérica o la densa selva de Madagascar, mientras documentan especies amenazadas y restauran ecosistemas.

En Borneo, por ejemplo, los investigadores que vigilan los hábitats de los orangutanes deben viajar en barco por ríos repletos de cocodrilos sin acceso a instalaciones médicas cercanas.

Las exigencias físicas y mentales de este trabajo de campo son intensas. Cada viaje requiere formación, planes de contingencia y un compromiso inquebrantable con la misión.

«No nos tomamos estos riesgos a la ligera», afirma Quintero. «Nos preparamos a conciencia. Nos entrenamos a fondo. Pero la naturaleza no siempre sigue el guión cuando estás sobre el terreno».

 

El elemento humano: Conservación y Comunidad

En medio de estos entornos difíciles, una cosa está cada vez más clara: la conservación sólo funciona cuando las personas están en el centro de la solución. Por eso Re:wild da prioridad a las asociaciones locales e indígenas en cada proyecto.

«No hay conservación sin comunidades», afirma Quintero. «Los habitantes locales son los primeros en responder, los guardianes del conocimiento, los administradores de la tierra. Sin su liderazgo, fracasamos».

Re:wild no llega a un país con un plan establecido. En lugar de eso, primero escuchan a los consejos indígenas, los grupos de base, los líderes juveniles y los ancianos para dar forma al camino a seguir. Este modelo de conservación colaborativa no sólo aumenta la eficacia, sino también la seguridad.

 

Dos mujeres en Tanzania sonríen junto a una casa y pequeños árboles. Una de ellas lleva un saco de grano en la cabeza.
«La conservación solo funciona cuando las personas están en el centro de la solución». – Alex Quintero, Director de Operaciones de Re:wild.

 

«En muchas regiones, nuestra capacidad para operar con seguridad depende totalmente de la fuerza de nuestras asociaciones locales», afirma Quintero. «Conocen el terreno. Conocen los riesgos. Saben con quién hablar y qué no hacer. Esa sabiduría local es esencial».

En Papúa Nueva Guinea, Re:wild colabora estrechamente con comunidades tribales para proteger vastas extensiones de selva tropical intacta. En el Amazonas, grupos locales ayudan a rastrear las poblaciones de animales salvajes utilizando técnicas tradicionales y tecnología GPS.

Pero el compromiso de Re: wild va más allá de la colaboración. Se trata de transferir recursos y poder de decisión a quienes mejor conocen la tierra.

«Nos hemos comprometido a garantizar que al menos el 20% de nuestra financiación para conservación vaya directamente a los pueblos indígenas y las organizaciones locales», afirma Quintero. «No es sólo lo correcto, es lo inteligente. Se obtienen resultados».

 

Esperanza en tiempos de crisis

A pesar de las crecientes amenazas que se ciernen sobre el mundo natural, Re:wild sigue siendo audazmente optimista. Cada proyecto, cada asociación y cada especie protegida representan un paso hacia la recuperación del planeta.

«Estamos en una carrera contrarreloj», reconoce Quintero. «Pero creo que aún podemos ganar esa carrera. Si actuamos con valentía y juntos, podemos re-salvajear el mundo y, al hacerlo, re-salvajearnos a nosotros mismos.»

Para Re:wild, rewilding es más que una estrategia, es una visión del mundo. Se trata de reconocer la naturaleza como sagrada e interconectada, no como algo que deba dominarse o gestionarse. Y al restaurar lo salvaje, creen, la humanidad puede redescubrir el lugar que le corresponde como parte de no aparte dede la naturaleza.

 

Un proyecto de futuro

El impacto de Re:wild ya es evidente. Gracias a su trabajo, se han redescubierto especies «perdidas», se ha frenado la deforestación en zonas de alta biodiversidad y se han reactivado ecosistemas enteros. Y lo que es igual de importante, han generado confianza entre las comunidades, los donantes, los equipos sobre el terreno y los socios internacionales.

A medida que se intensifican las amenazas a la biodiversidad y el clima, Re:wild redobla su compromiso de proteger los últimos lugares salvajes de la Tierra.

¿Su secreto? Una mezcla de ciencia, valentía, conocimientos locales y un equipo que nunca actúa solo.

«Todos en Re:wild estamos profundamente comprometidos con la misión», dice Quintero. «Pero ninguno de nosotros hace este trabajo en solitario. Nos apoyamos unos en otros, en nuestros socios y en quienes han vivido en estos lugares salvajes durante generaciones.»

«Cuando las cosas se ponen peligrosas, confiamos en expertos como Global Rescue. Cuando las cosas salen bien, es gracias a nuestros socios comunitarios. Es un trabajo de equipo de principio a fin».

 

Merece la pena salvar especies y ecosistemas salvajes en peligro de extinción

En un mundo en el que las malas noticias sobre el medio ambiente dominan los titulares, Re:wild ofrece algo raro e inestimable: un modelo que funciona, una misión con alma y una razón para creer.

No se trata de salvar la naturaleza porque sí; se trata de reequilibrar la Tierra para que toda la vida, incluida la nuestra, pueda florecer.

El coraje, la compasión y el espíritu de colaboración de Re:wild siguen demostrando que, incluso en los lugares más peligrosos de la Tierra, aún hay lugar para la esperanza salvaje.