Del número de junio de 2011 de la revista Security Management:

Por Matthew Harwood

Tanto si se trata de disturbios políticos, como las revueltas generalizadas de este invierno en Oriente Próximo, como si es la naturaleza la que causa estragos, como ocurrió en Japón con el devastador terremoto-tsunami, la capacidad de respuesta rápida es clave para poder sacar al personal de los puntos conflictivos. Sin embargo, siempre se pierde un tiempo valioso porque las empresas no están preparadas para comunicarse rápidamente con los empleados en las zonas de peligro. «La parte de las comunicaciones es, con diferencia, el componente más importante de todas las misiones que llevamos a cabo», afirma Dan Richards, Director General de Global Rescue, una empresa de respuesta a crisis con sede en Boston.

Teléfonos inteligentes. En el mundo actual de las comunicaciones en fracciones de segundo, el dispositivo más valioso es el que se encuentra en el bolsillo de casi todos los empresarios. En pocas palabras: el smartphone ha revolucionado las comunicaciones de crisis. Siempre que las BlackBerrys o iPhones de los empleados puedan recibir una señal de telefonía móvil o conectarse a una red WiFi, una empresa o su proveedor de seguridad pueden llamar, enviar un mensaje de texto o un correo electrónico a sus viajeros e informarles inmediatamente del peligro que se cierne sobre ellos…

Teléfonos por satélite. El único inconveniente de depender de las comunicaciones por teléfono móvil es que pueden fallar o sufrir interrupciones. Por eso, las empresas necesitan alternativas que puedan servir como dispositivos de comunicaciones de emergencia. Los expertos en crisis recomiendan un teléfono por satélite, que también ofrece a los usuarios múltiples modos de comunicación, como voz, texto y correo electrónico. «Es el único método de comunicación que no se interrumpe por perturbaciones terrestres», afirma Christopher Falkenberg, presidente de Insite Security. Cuando se produce un terremoto o un tsunami, las torres de telefonía móvil se rompen, mientras que los satélites orbitan a salvo en el espacio.

Richards, de Global Rescue, está de acuerdo. «Cuando nos desplegamos, llevamos teléfonos por satélite… para no depender de la infraestructura de comunicaciones autóctona», afirma. Richards añade que los teléfonos por satélite demostraron ser una alternativa útil en Egipto cuando el gobierno bloqueó las comunicaciones por teléfono móvil al comienzo del levantamiento popular que acabó derrocando al régimen del presidente Hosni Mubarak.

Pero los teléfonos por satélite no son inmunes a las interrupciones de los regímenes hostiles. Algunos países, como Libia, han bloqueado sus transmisiones, y tanto Libia como Cuba consideran ilegal poseer un teléfono por satélite. También puede haber interferencias naturales en las señales de los satélites. Los bosques espesos, por ejemplo, pueden plantear problemas de conectividad a los teléfonos por satélite, al igual que las zonas urbanas densas. «Lo que se necesita es una línea de visión despejada hacia el cielo», dice Richards…

Planificación y Programas. Los profesionales de la gestión de crisis insisten en que las empresas deben hacer algo más que comprar equipos o contratar servicios. Por desgracia, muchas empresas tienen una actitud consumista ante la gestión de crisis. Escriben un cheque y dicen: ‘Si hay un problema, os llamamos'», afirma Richards, de Global Rescue. «Esos clientes, francamente, no van a tener tanto éxito en una situación de catástrofe o crisis como las empresas que se toman en serio estas amenazas».

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